Incluso con una caja de cambios de doble embrague, ¿es posible disfrutar de un familiar diésel de 110 CV? El Renault Megane dCi 110 EDC es la respuesta. ¿Quieres encontrar tu coche de ocasión en Barcelona al mejor precio? Elige el concesionario de coches de segunda mano en Barcelona Crestanevada.
Es tiempo de deseos: salud, prosperidad, felicidad, amor, todo eso. Excepto que la prosperidad, bueno, a veces es un poco tarde. Y como consecuencia directa, en lugar de conducir un Bentley Bentayga / Ferrari F12 TDF / Audi RS7 / Lamborghini Espada (táchese lo que no proceda), tienes que conformarte con un bonito coche familiar normal.
Así que: (re)bienvenido a la tierra, y bienvenido a un mundo normal de elecciones racionales. Y menos mal, porque el Renault Megane tiene vocación de expresarse en este nicho. De hecho, como fiel lector de nuestro maravilloso blog, empiezas a conocer bien el Megane IV: la versión TCe 100 fue probada por Stéphane y la GT 205 por Victor, mientras que en la categoría diésel, fue el genial Rogelio quien se ciñó al dCi 130, mientras que a raíz de esto, no hubo quien le impidiera examinar la versión Estate desde todos los ángulos. Me toca seguir explorando esta vasta gama con la versión dCi 110 EDC en acabado Intens. Porque ésa es nuestra misión: pasión en la información y rigor en el entretenimiento. O algo parecido.
Gracias, Laurens.
Sin embargo, si hay una persona que parece tan apasionada y rigurosa, esa es Laurens van den Acker, fanático de las zapatillas de colores y también director de estilo de Renault desde 2009, que ha conseguido dar una identidad de marca más coherente a casi toda la gama, y hacer que coches que, al fin y al cabo, son banales, resulten un poco agradables a la vista. Cuando se sabe que la estética puede representar hasta el 70% de la motivación de compra y que la versión Estate representará alrededor del 40% de la mezcla del
Al fin y al cabo, en la naturaleza están todos los gustos, pero me parece bastante acertado en su género, el Megane Estate ha puesto sin duda estilo en sus especificaciones, aunque no sea el coche de carga más grande de la categoría (Peugeot 308 Estate y Skoda Octavia están por delante si buscas metros cúbicos por encima de todo). En el acabado Intens, hay faros LED y llantas de 17 pulgadas. Genial.
El aspecto del coche, los aspectos prácticos, las medidas y muchas otras especificaciones ya han sido explicados en detalle por Rogelio, así que no volveré sobre ellos. Por otro lado, era mi primera prueba de un Megane IV después de haber conducido un poco en el Espace TCe 200 y en el Talisman dCi 130 y Estate TCe 200, y evidentemente encontré mis notas en particular a nivel del infoentretenimiento al que uno se acostumbra con el tiempo, aunque encuentre que ciertos mandos no son siempre intuitivos.
Y encuentro las mismas críticas, con algunos plásticos falsos y el uso de plástico granulado y un poco barato en la parte inferior del salpicadero. Es una pena, porque el resto del coche está bastante bien: entre el velocímetro digital y sus diferentes ambientes, la iluminación interior que da un ambiente agradable por la noche y la calidad de los asientos, mitad en cuero y mitad en Alcántara, te sientes bastante bien en este Megane.
Contacto: el motor de cuatro cilindros y 8 válvulas y 1461 cc cobra vida con relativa discreción. La caja de cambios EDC6 es suave, sin tirones, pero a veces deja una ligera y curiosa sensación de deslizamiento a bajas revoluciones en segunda. En resumen, todo va bien, pero pronto surge un problema. En efecto…